miércoles, 8 de septiembre de 2021
El "Pelao Vade" y la mentira desde la ética.
La triste declaración de Rodrigo Rojas Vade, en una especie de encerrona por el medio "La Tercera", de carácter casi ilegal y digo casi, pues no se los alcances que esta acción, de tener las fichas clínicas de una persona sin su consentimiento, considerando que estas son privadas, y hacerlas públicas.
Es triste la declaración del convencional, pues muestra por una parte el engaño realizado en función de, no sé, intereses personales con una visión mesiánica de sí mismo, que tiene efectos en la credibilidad de un proyecto, y por otro la dimensión humana del involucrado. Pero cuando título este escrito desde la ética, lo digo porque efectivamente hay un componente ético a considerar en toda esta trama. Aclaremos bien.
Es poco ético o nada ético, utilizar una enfermedad grave y mortal para conseguir votos, pero claro, esta no era la única carta de presentación del Pelao Vade, si la más importante, pues también dentro de su carta de presentación estaba en haber participado cotidianamente en las manifestaciones de Plaza Dignidad y en la lucha por generar los cambios necesarios de esta sociedad. Pero también hay una dimensión ética en su declaración y esta, desde mi modesto punto de vista es muy relevante, si se considera las actuaciones de las autoridades públicas de este país en los últimos 30 años. Partiendo por un presidente de la república, que se encuentra en la moneda, después de haber defraudado un banco afectando a muchas personas, haber sido procesado y encontrado culpable de tal delito, del cual nunca ha hecho una declaración y haber pedido disculpas y haberse retirado a su casa y no participar nunca más en la vida pública, es más, hoy junto con otras actuaciones poco éticas, comprar de acciones con información privilegiada, compra de empresas fantasmas para eludir impuestos, depósitos en paraísos fiscales, sociedades donde figuran sus nietos como socios...la lista es larga. O pensemos en otros convencional, el señor Arancibia, ex almirante de las fuerzas armadas, edecán de Pinochet, que fue cómplice activo de una dictadura corrupta y asesina, donde no solo no ha pedido disculpas, sino que realizado declaraciones donde dice que mataría personas porque piensa de una determinada forma y que no están de acuerdo con él. Un cómplice de delitos como tortura, asesinatos, desapariciones y ocultamiento de información necesaria para aclarar dichos delitos, hoy forma parte de la comisión de derechos humanos. Pero claro, a estas personas no les podemos pedir que tengan un mínimo de decencia y entreguen la información necesaria para esclarecer crímenes de lesa humanidad o devuelvan el dinero mal habido y en este sentido, el Pelao Vade se levanta desde su absurda pequeñez, casi como un gigante, pues no aguanto mantener la mentira, sino que la hizo pública, renuncio a su cargo dentro de la convención y es altamente probable que no aparezca más por esos lados, porque una cosa es mentir, ganar con esa mentira, pero la otra es ser caradura y usufructuar todos los días a través de los medio de comunicación que le dan cobertura, pregúntenle a Moreira y su raspado de olla, o Letelier y feudo en la sexta región o al chico Zaldívar, que vota a favor de sus empresas y tiene cocina, etc.
Pelo Vade, lamento mucho lo que hiciste, el daño ya está hecho, pero agradezco que lo hayas reconocido y pagues los costos de aquello, no como la mayoría de los otros weones que no les sale mi por coruao.
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